Qué mejor forma de disfrutar de las noches de verano que viendo películas...?
Hoy me rindo ante uno de mis nuevos referentes en lo que a cine se refiere. Puede que no os descubra nada nuevo, o puede que sí (quién sabe), pero en cualquier caso os haré recordar.
Con todo esto me estoy refiriendo a Adolfo Aristarain, porteño de 67 años que me ha enamorado. Director y guionista, empezó a trabajar primero en la radio y el cine vino mucho después de manera casi autodidacta. No obstante, lo que de verdad me interesa que sepais es de qué va su cine, por qué tanta relevancia repentina por él.
Quizá os suenen películas como Martín(Hache) (que servidora tenía porque la dieron con El País hace muuucho), uno de sus filmes más famosos en el que una historia sencilla y de a pie puede llegarte muy muy hondo y hacerte recapacitar sobre los pilares de tu vida.
Todos sus largos brillan por unos diálogos sobre la muerte, el sentido de la vida, el futuro, la incertidumbre... de una calidad inigualable. Son minutos que embelesan al más escéptico y atrapa a aquel ajeno al cine que reflexiona.
Son historias comunes, de aquí y de allá, de personas corrientes con problemas más o menos banales. Comparten varios rasgos fetiches del director, que suelen ser su amor/odio por Argentina, su admiración por España, nostalgia por lo que se fue, la muerte como punto de inflexión y más cosas que no quiero desvelaros.
Por último, he de añadir que mi entusiasmo por Argentina tiene mucho que ver en esta recomendación. Ese acento y esas palabras me pueden.
Hoy me rindo ante uno de mis nuevos referentes en lo que a cine se refiere. Puede que no os descubra nada nuevo, o puede que sí (quién sabe), pero en cualquier caso os haré recordar.
Con todo esto me estoy refiriendo a Adolfo Aristarain, porteño de 67 años que me ha enamorado. Director y guionista, empezó a trabajar primero en la radio y el cine vino mucho después de manera casi autodidacta. No obstante, lo que de verdad me interesa que sepais es de qué va su cine, por qué tanta relevancia repentina por él.
Quizá os suenen películas como Martín(Hache) (que servidora tenía porque la dieron con El País hace muuucho), uno de sus filmes más famosos en el que una historia sencilla y de a pie puede llegarte muy muy hondo y hacerte recapacitar sobre los pilares de tu vida.
Todos sus largos brillan por unos diálogos sobre la muerte, el sentido de la vida, el futuro, la incertidumbre... de una calidad inigualable. Son minutos que embelesan al más escéptico y atrapa a aquel ajeno al cine que reflexiona.
Son historias comunes, de aquí y de allá, de personas corrientes con problemas más o menos banales. Comparten varios rasgos fetiches del director, que suelen ser su amor/odio por Argentina, su admiración por España, nostalgia por lo que se fue, la muerte como punto de inflexión y más cosas que no quiero desvelaros.
Os dejo dos videos que muestran todo lo que os quiero decir en pocos minutos pero muy intensos:
Por último, he de añadir que mi entusiasmo por Argentina tiene mucho que ver en esta recomendación. Ese acento y esas palabras me pueden.
Martin (Hache) es increíble, es una peli en la que los diálogos hablan de todo, como has dicho, y te llegan tan hondo que reflexionas acerca de tu vida después de ver esta película. "Hay que follarse a las mentes" es una frase que se quedó en mi memoria y que cualquiera que la oiga, yo creo, debe pararse a reflexionar sobre ella, porque dice mucho, MUCHO más.
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